MATRIMONIO HOMOSEXUAL
miércoles, 21 de septiembre de 2011
martes, 20 de septiembre de 2011
7.-CUESTIONES SOCIALES ( Artículo de Opinión)
Pensemos por un momento cómo es la sociedad en la que vivimos los peruanos, quiénes la conforman, qué diferencias generacionales existen, qué escuela arrastran y qué escuela arrastramos cada uno de nosotros.
Según los sondeos realizados por empresas privadas, el 73% de la población peruana no acepta esta clase de uniones, mientras que la argentina la aprobación variaba entre 65% y 70%. Lamentablemente no se manejan datos importantes sobre dicha cifra porcentual como la localidad donde fue realizado el estudio, el margen de error, nivel de representación, etc. Aunque, lo que sí queda claro es que Perú es un país considerablemente intolerante, a niveles en los que se han registrado los famosos crímenes de odio, que según instituciones como PROMSEX, se detectaron 10 asesinatos en 2008, que fueron motivados por la orientación sexual de las víctimas, mientras que el año pasado esa cifra se duplicó a 19 homicidios.
“Si comparamos las cifras del 2009 y el periodo 2005-2008 (donde el promedio anual es de 12 asesinatos), podemos indicar que el aumento fue de 58,3 por ciento”, agregó el representante institucional.
Antes de continuar, es mi deseo el no caer en errores de generalización, porque sé que existen personas de todas las generaciones que están a favor y en contra con sus posturas correspondientes.
Para una cantidad de personas jóvenes nacidas entre los años ochenta y noventa nos podría resultar normal, liberal, solidario, democrático o humano el permitir que dos personas que se aman, sin importar su sexualidad, puedan formalizar su relación a niveles legales. Existe un ideal donde puedan adecuarse a un sistema donde se acceda a beneficios como un seguro social, un crédito hipotecario, un seguro de vida, o una herencia.

“Si comparamos las cifras del 2009 y el periodo 2005-2008 (donde el promedio anual es de 12 asesinatos), podemos indicar que el aumento fue de 58,3 por ciento”, agregó el representante institucional.

Para una cantidad de personas jóvenes nacidas entre los años ochenta y noventa nos podría resultar normal, liberal, solidario, democrático o humano el permitir que dos personas que se aman, sin importar su sexualidad, puedan formalizar su relación a niveles legales. Existe un ideal donde puedan adecuarse a un sistema donde se acceda a beneficios como un seguro social, un crédito hipotecario, un seguro de vida, o una herencia.
6.-MARCHA REVOLUCIONARIA : "ORGULLO GAY"
Exijían un trato igualitario, para ellos sin distinciones, sin problemas frente a la sociedad, por su preferencia sexual, sin embargo causaron estragos.
Hace unos días Argentina se convirtió en el primer país en reconocer legalmente, mediante votación en el parlamento, el derecho de las minorías sexuales a contraer matrimonio civil. Además se les ha concedido la facultad de adoptar niños para formar una familia.
A raíz de este suceso surgieron muchos debates sociales e institucionales. La comunidad latina se escandaliza en distintos niveles, y mi lindo país no es la excepción.
1.-¿AMOR O PECADO?...¿ LIBERTAD DE GÉNERO?.. ¿NUESTRA OPCIÓN?
¿QUÉ PASA EN EL PERÚ?
Tendríamos que poner las cartas sobre la mesa, como diría un gran amigo. Podría existir más de un obstáculo en el sistema del país para pensar con claridad la hasta ahora remota idea de que se concrete la unión civil, matrimonio, alianza, o como quieran llamarle a la relación que concretan dos personas del mismo sexo.Lo fundamental es saber que la decisión final sobre dicha medida es plenamente legal y orgánica. Es decir, tiene que pasar por un proyecto de ley, un debate y al final dos votaciones. La primera votación para contar la cantidad de aceptación por los legisladores, y la segunda para ratificar la decisión.
Sin embargo, tenemos como primer impedimento la actual estructura del código civil, el cual reconoce como matrimonio a la unión de un hombre con una mujer. No figura como unión entre dos personas. Entonces, quizás un primer paso sería ese: modificar el código civil en dicho artículo, para poner en marcha la legalidad buscada.
2.-¿QUÉ ES?
Etimológicamente, corresponde a los matrimonios legal o socialmente reconocidos entre personas del mismo sexo o género. También conocido como matrimonio gay, matrimonio homosexual o matrimonio igualitario, esta unión reconoce jurídicamente la relación y convivencia homosexual a igualdad con una pareja en matrimonio heterosexual, manteniendo la naturaleza, los requisitos y los efectos que el ordenamiento jurídico venía reconociendo previamente a los matrimonios.
Junto a la institución del matrimonio, y en muchos casos como alternativa, existen instituciones civiles adicionales, muy diferentes en cada país y comunidad, con denominaciones distintas como "parejas de hecho" o "uniones civiles" (entre otras denominaciones), cada cual de una naturaleza, requisitos y efectos ad hoc, según la realidad social, histórica, sociológica, jurídica y política de cada sociedad. Estas instituciones son consideradas por movimientos de Derechos Humanos como instituciones apartheid y en muchos casos son criticadas por fomentar la discriminación y crear ciudadanos de segunda clase.
Junto a la institución del matrimonio, y en muchos casos como alternativa, existen instituciones civiles adicionales, muy diferentes en cada país y comunidad, con denominaciones distintas como "parejas de hecho" o "uniones civiles" (entre otras denominaciones), cada cual de una naturaleza, requisitos y efectos ad hoc, según la realidad social, histórica, sociológica, jurídica y política de cada sociedad. Estas instituciones son consideradas por movimientos de Derechos Humanos como instituciones apartheid y en muchos casos son criticadas por fomentar la discriminación y crear ciudadanos de segunda clase.
4.-PAÍSES EN DONDE ESTÁ PERMITIDO:
El 30 de junio de 2005 el Congreso de los diputados aprobaba por 187 votos a favor y 147 votos en contra la ley por la que se permitía el matrimonio en España de personas del mismo sexo.
Tan solo 3 días después de la aprobación de la ley y uno después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado los homosexuales podían legalizar su unión con los mismos derechos que las parejas heterosexuales, incluida la adopción, convirtiéndose de esta forma en el cuarto país del mundo en permitir las bodas entre homosexuales después de Holanda, Bélgica y Canadá.
Este reconocimiento, al que se comprometió José Luis Rodríguez Zapatero nada mas llegar al Gobierno y que además era una de sus promesas electorales, fué recibido con entusiasmo por las los colectivos de gays y lesbianas pues supone la culminación de una batalla que llevaban años librando y que obtuvo sus primeros frutos con los registros de parejas de hecho, que comenzaron a funcionar en algunos ayuntamientos y comunidades autónomas a mediados de los 90 y en los que podían inscribirse tanto parejas heterosexuales como homosexuales.
El Gobierno Socialista, en octubre de 2004, aprobó la primera redacción del anteproyecto de matrimonio homosexual. El 17 de marzo de 2005 comenzó la tramitación en el Congreso del proyecto de ley por el que se modificaba el Código Civil, y fue aprobado por el pleno de la Cámara el 21 de abril en medio de las críticas por parte de la Iglesia, incluido un llamamiento desde el Vaticano animando a los funcionarios a negarse a casar a personas del mismo sexo. La polémica se avivó en junio con la celebración de una gran manifestación de rechazo en Madrid (el día 18), convocada por el Foro Español de la Familia.
Tras ser rechazado el Proyecto de Ley en el Senado, volvía al Congreso el 30 de junio para su definitiva aprobación, anunciando el Presidente del Gobierno que la ley entraría en vigor el día 3 de julio, uno después de su publicación en el BOE.
3.-POSIBLES CAUSAS
1. Soledad y tristeza
En el pasado, la causa que con más frecuencia se veía de la tristeza que conduce a la homosexualidad en los muchachos era el rechazo, durante la infancia y la adolescencia, por parte de sus compañeros, con motivo de sus limitadas aptitudes atléticas. Sin embargo, por razón de lo que se verá a continuación, trataremos esta causa un poco más adelante.
2. Profundos sentimientos de ser inadecuado y falta de autoaceptación:
La homosexualidad también puede ser el resultado de fuertes sentimientos de inseguridad. La desconfianza en sí mismo se suscita por el rechazo de padres, compañeros, hermanos u otras personas significativas en las cuales se ha depositado la confianza. En un intento inconsciente de deshacer una historia de rechazos, la persona busca reafirmarse y ser aceptado por miembros del mismo sexo. En mi experiencia clínica este doloroso conflicto emocional se observa mucho más frecuentemente en hombres que en mujeres.
3. Desconfianza y miedo
Otro factor importante en el desarrollo de la homosexualidad es el miedo a ser vulnerable en las relaciones heterosexuales. Esta incapacidad de sentirse seguro amando a alguien del sexo opuesto es usualmente inconsciente y la mayoría de las veces tiene su origen en experiencias traumáticas en el hogar.
En el caso de los varones, puede ser la consecuencia de haber tenido una madre demasiado controladora, excesivamente dependiente, enfada y crítica, poco afectiva y fría, narcisista e insensible, muy desconfiada, adicta o enferma.
4. Narcisismo
El narcisismo o egoísmo es otro factor principal de la homosexualidad. El narcisismo tiene varios aspectos atrayentes, como el no tener que comprometerse con otra persona en el matrimonio o no tener que darse completamente como padre. El narcisista quiere permanecer infantilmente con obligaciones mínimas en sus relaciones interpersonales y con pocas limitaciones en la búsqueda del placer. El hedonismo caracteriza a muchos de los que practican la homosexualidad.
6. Trauma sexual en la infancia
Un buen número de varones que fueron violados o maltratados sexualmente en su infancia desarrollan una confusión con respecto a su identidad masculina. Al igual que otras víctimas de violación, piensan que de alguna manera causaron el abuso. Durante la adolescencia, su relación con las muchachas está mermada por la vergüenza y por la creencia de que ninguna chica podría amarles si conociera sus experiencias sexuales.
7. Enfado excesivo
El tipo de enfado que más induce la homosexualidad es el enfado consigo mismo. Como resultado de un continuo rechazo por parte de sus compañeros, muchos niños adquieren un intenso disgusto hacia sus propios cuerpos – piensan que éstos son débiles, poco atractivos y poco masculinos. Se sienten tan incómodos con su físico que pasan muchísimo tiempo fantasiando sobre cómo escapar de su cuerpo y entrar en el cuerpo de otro. Esta ilusión enfermiza puede empezar cuando son jóvenes e inducir una fuerte atracción física hacia otros del mismo sexo.
5.-CONSECUENCIAS
Restricciones a la adopción
En cualquier caso, el Consejo de Ministros portugués dio luz verde al proyecto pero con una clara
restricción, al aprobar también una disposición legal que impedirá a las parejas homosexuales la adopción de niños.

Por su parte, los colectivos de homosexuales critican el no poder adoptar y lo consideran una discriminación, tal como expresó Sérgio Vitorino, coordinador de la asociación Panteras Rosa.
Cabe recordar que el mismo partido socialista que ahora aprueba las bodas gays rechazó esta posibilidad en la legislatura pasada, cuando tenía mayoría absoluta, ante dos proyectos de ley para legalizarlas presentados por el Bloco de Esquerda y Los Verdes.
Ahora, según declaró el ministro de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, la ley será debatida en enero en la Asamblea de la República, donde la mayoría de izquierda garantizará su aprobación.
También en México D.F.
Por otra parte, este lunes, 21 de diciembre, el Pleno de la Asamblea Legislativa de México D.F.
aprobó el matrimonio homosexual y la posibilidad de que personas del mismo sexo puedan adoptar. La votación se saldó con 31 votos a favor, 24 en contra y 9 abstenciones.

La decisión, una propuesta de la diputada Marisela Contreras, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha generado una gran polémica entre los partidos mexicanos.
Su propuesta contó con el apoyo del Partido del Trabajo (PT), aunque fue rechazada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En cualquier caso, en la Asamblea Legislativa la izquierda es mayoritaria.
10.-OPINIONES

Esta medida es un acto de justicia, que reconoce el derecho de los ciudadanos a elegir su opción sexual en ejercicio de su soberanía, sin ser discriminados ni disminuidos por ello, y que reconoce a las parejas homosexuales el mismo derecho de unirse y formar una familia y tener descendencia que las leyes reconocen a las parejas heterosexuales. Aunque esta medida constituye un desagravio a una minoría sexual que a lo largo de la historia ha sido objeto de persecuciones y marginaciones de todo orden, obligando, a quienes la conformaban, a vivir poco menos que en la clandestinidad y en el permanente temor al descrédito y al escándalo, ella no bastará para cancelar de una vez por todas los prejuicios y falacias que demonizan al homosexual, pero, sin la menor duda, constituye un gran avance hacia la lenta, irreversible aceptación por el conjunto de la sociedad -por la gran mayoría, al menos- de la homosexualidad como una manifestación perfectamente natural y legítima de la diversidad humana.
La ley, como era lógico que ocurriera, ha tenido adversarios encarnizados y ha generado movilizaciones diversas, entre ellas, en Madrid, una multitudinaria manifestación, convocada por distintas asociaciones católicas, respaldada por la jerarquía de la Iglesia, a la que asistieron dieciocho obispos y a la que dio su respaldo el Partido Popular, el principal partido de la oposición al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Pero todas las encuestas son inequívocas: casi dos terceras partes de los españoles aprueban el matrimonio gay, y, aunque esta aprobación disminuye algo en las adopciones de niños por las parejas homosexuales, también este aspecto de la ley es convalidada por una mayoría. Buen indicio de que la democracia ha echado raíces en España y de que, por más denostada que esté de la boca para afuera, la cultura liberal va impregnando poco a poco a la sociedad española.
Los argumentos contra el matrimonio gay no resisten el menor análisis racional y se deshacen como telarañas cuando se los examina de cerca. Uno de los más utilizados ha sido el de que, con esta medida, se da un golpe de muerte a la familia. ¿Por qué? ¿De qué manera? ¿No podrán seguir casándose y teniendo hijos todas las parejas heterosexuales que quieran hacerlo? ¿Alguien, con motivo de esta nueva ley, va a forzar a alguien a no casarse o a casarse de manera distinta a la tradicional? Por el contrario, la ley, al permitir a las parejas gays contraer matrimonio y adoptar niños, va a inyectar una nueva vitalidad a una institución, la familia, que -¿alguien no lo ha advertido todavía?- padece desde hace ya un buen tiempo una profunda crisis en la sociedad occidental, al extremo de que, contabilizando el número de divorcios que crece cada año y la multiplicación de parejas de hecho que rehúsan resueltamente pasar por el altar o por el registro civil, hay quienes le auguran una obsolescencia irremediable. La paradoja es que, probablemente, sólo entre los homosexuales, que, como todas las minorías perseguidas desean ardientemente salir del gueto en que la sociedad los ha confinado, despierta la familia esa ilusión y ese respeto que en un número muy grande de heterosexuales, sobre todo entre los jóvenes, parece haber perdido. Por eso, no hay ninguna ironía en decir -yo lo creo firmemente- que es muy posible que, dentro de veinte o treinta años, las familias más estables las descubran las estadísticas entre los matrimonios gays.
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